Recientemente el MAPAMA en colaboración con la SECF ha publicado el libro "Restauración forestal de España: 75 años de una ilusión" Editado por Jesús Pemán, Iñaki Iriarte y Francisco José Lario y prólogo de Gregorio Montero. La obra colectiva cuenta con una análisis exhaustivo del origen, implicaciones, resultados y consecuencias de las repoblaciones forestales en España, con especial énfasis en el Plan Nacional de Repoblaciones de 1939 que fue desarrollado a lo largo del siglo XX. El laboratorio de incendios forestales del INIA ha participado con un capítulo titulado "Las repoblaciones y los incendios forestales" que ha realizado en colaboración con miembros del grupo de ecología (Antonio Vázquez de la Cueva) y el laboratorio de SIG (David Sánchez Ron) del Centro de Investigación Forestal. Hemos contado con la amable contribución del Plan INFOCA que ha cedido la foto de portada del capítulo realizada por Joaquín Jareño. 

  • En este capítulo se analizan las bases de datos de incendios forestales en el período 1974-2010 para explorar la incidencia de los incendios en las masas repobladas. De acuerdo con los resultados se discuten las posibles propuestas y perspectivas para la prevención de incendios futuros y la disminución a la vulnerabilidad a grandes incendios

El libro está disponible en el servicio de publicaciones del MAPAMA en el siguiente enlace

En una entrada anterior describimos el estudio que hicimos conjuntamente con nuestro colega Belkheir Dehane, de la Universidad de Tlemcen (Argelia), sobre la inflamabilidad de las especies acompañantes más importantes del alcornocal (Quercus suber L.) del Oeste de Argelia. Recientemente está disponible online en la revista Annals of Forest Science (JCR Q1 Forestry) el detalle de este estudio en el que se destaca que la presencia de especies de matorral de alta inflamabilidad como Calicotome spinosa, podría aumentar la severidad en el tronco y comprometer, si no la supervivencia del árbol ya que es una especie muy resistente a los incendios, al menos la afectación de la "capa madre" (cambium suberoso), encargada de producir corcho tras el paso del fuego. Las consecuencias ya se están observando en la actualidad a escala de árbol y de monte, encontrando en la zona de estudio multitud de árboles supervivientes al fuego pero sin capacidad de producir más corcho en el futuro. Esto tiene implicaciones ecológicas (aumenta la vulnerabilidad del ejemplar a futuros incendios) pero también unas fuertes repercusiones económicas al reducirse notablemente las producciones de corcho.

Árbol superviviente a incendio en Tlemcen (Argelia) pero con "capa madre" muerta (Foto B. Dehane).

Este estudio destaca también la presencia de especies arbóreas que están aumentando su presencia en el alcornocal del N de África como consecuencia del cambio climático y el aumento de la frecuencia de incendios como Juniperus oxycedrus, Tetraclinis articulata y Pinus halepensis. Todas ellas presentan también una alta combustibilidad y adaptaciones al fuego que las hace menos vulnerables a estos nuevos regímenes de fuego de mayor frecuencia e intensidad, pudiendo competir fuertemente con el alcornoque a medio y largo plazo. Los resultados obtenidos en una región semiárida del norte de África advierte sobre la posible tendencia de estas masas en áreas más septentrionales como la Península Ibérica e Italia. En el estudio que estamos llevando a cabo en el monte Valcorchero y del que presentamos un avance en el 7º Congreso Forestal Español,  estamos estudiando estos efectos en España.

Intento de descorche en julio 2017 de arcornoque afectado por el incendio del monte Valcorchero (2014). El corcho "no se dio" por afectación de la capa madre (cambium suberoso) sin embargo la copa del árbol está totalmente recuperada. Foto: Pedro Francisco Santos

Dentro de las medidas de gestión para reducir la severidad en estos bosques se propone aumentar los desborces de C. spinosa, al menos en las zonas más cercanas a los pies de alcornoque. De igual forma los resultados sugieren la necesidad de reducir la carga de combustible forestal a escala paisaje mediante la combinación de otras herramientas selvícolas como el pastoreo controlado y las quemas prescritas en áreas del entorno de alcornocales en producción. Es necesario establecer protocolos de restauración que tengan en cuenta la severidad en los troncos de los árboles para valorar adecuadamente la conveniencia de cortar los árboles afectados, ya que de ello dependerá la producción de corcho futura. Un árbol afectado por el fuego en el que se detecte alta severidad en la capa madre no producirá corcho en el futuro. Sin embargo si procedemos a la corta del ejemplar, el rebrote de cepa producirá el primer bornizo (corcho virgen) aproximadamente a los 25 años de cortar tras el paso del fuego. Los gestores deberían tener en cuenta estas cuestiones en la toma de decisiones selvícolas a corto y medio plazo de los alcornocales afectados por incendios forestales, para poder compatibilizar la conservación de estos bosques con la producción de corcho, de vital importacia para la economía local en las áreas de distribución de esta especie.

El artículo se puede consultar online gratuitamente en los próximos 30 días en este enlace 

http://rdcu.be/uKSp

 

Tlemcen, Algeria

El pasado día 24 de mayo visitó el Centro de Investigación Forestal del INIA, el investigador del INTA de Argentina, Alejandro Pezzola. Geógrafo de formación y especialista en teledetección y sistemas de información geográfica, coordina un proyecto nacional en su país sobre sistemas de información territorial. Después de una estancia en España de casi un mes para entrar en contacto con centros de investigación y universidades, hizo la última visita al INIA antes de su regreso a la estación experimental Agropecuaria Hilario Ascasubi, en la provincia de Buenos Aires, donde desarrolla su actividad investigadora en el laboratorio de teledetección y SIG.

Alejandro Pezzola durante su seminario en el Centro de Investigación Forestal del INIA (Madrid)

Para conocer un poco más sobre su ámbito de trabajo le pedimos que nos diera un seminario sobre los incendios rurales en Argentina y en concreto en la provincia de Buenos Aires. Estos incendios en Argentina se propagan en zonas agrícolas y sobre todo de pastos para ganado vacuno. A pesar de afectar a grandes extensiones, no se consideran  incendios forestales porque no queman superficie arbolada, sino "arbustedos" de alta talla (hasta 5 m) con grandes pastizales bajo su cubierta, que en caso de incendio adquieren una alta velocidad e intensidad.

Pues bien, este verano austral han ardido la friolera de 1,4 millones de ha de estos ecosistemas en Argentina, de las cuales aproximadamente 400.000 ha pertenecen a la provincia de Buenos Aires. Eso significa que en una provincia del tamaño de un país europeo como España o Francia, ¡ha ardido aproximadamente la misma superficie que un año promedio en toda Europa! Paradojicamente esta noticia fue eclipasada por otros incendios de bosques en la zona de Andina o de los catastróficos incendios de Chile.

Las alternativas de gestión de estas masas son especialmente difíciles porque la baja carga ganadera (1 cabeza/25 ha) y la alta capaidad de recuperación de estos ecosistemas al fuego (aproximadamente vuelven a recuperarse en 4 años) genera un comportamiento incendiario en la población local para mantener los pastos. Teniendo en cuenta que las propiedades mínimas para sustentar a las familias es de unas 3000 ha, el fuego se convierte en el mejor gestor de estos pastos para muchos ganaderos. El problema lo encontramos en años especialmente adversos como este 2017 donde la presencia de megaincendios compromete las producciones futuras de pastizales e incluso el sostenimiento de algunos ecosistemas nativos. Por otro lado la alta velocidad de estos incendios pone en peligro a combatientes, en su totalidad voluntarios locales, que acaba en muchos casos con la muerte de alguno de ellos, tal y como desgraciadamente ha pasado en esta última temporada. 

Regeneración de arbustedo nativo una semana después del incendio

El cambio climático generará condiciones cada vez más difíciles para la extinción de incendios que dispongan de combustible en abundancia para avanzar. Las inmensas superficies americanas de gran continuidad podría hacer inviable cualquier estrategia de ataque futuro a estos fuegos. Es urgente establecer estrategias territoriales para segmentar el paisaje a grandes escalas si se quiere, al menos minimizar, las graves consecuencias sociales, económicas y ecológicas de los cada vez más frecuentes megaincendios.

Vista satelital de incendios rurales en la provincia de Buenos Aires (Pezzola 2017)

El cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid está llevando a cabo un proyecto pionero en España sobre la exposición a humos del personal que intervene en la extinción de incendios forestales. Es un tema del que hay poca información a nivel mundial y sólo hay extudios más o menos exhaustivos en EEUU, Canadá, Australia y Francia. Es de vital importancia para conocer los riesgos a los que se ven sometidos los bomberos en tareas de extinción pero ambién durante la ejecución de quemas prescritas. En uno de sus experimentos tuvimos la suerte de que contaran con nosotros para hacer el seguimiento de temperaturas del personal monitorizado, así ocmo su posterior análisis que es necesario para evaluar correctamente la concentración de formaldehido, que en anteriores experimentos resultó el gas nocivo más abudante en la mezcla procedente del humo. La quema fue supervisada y ejecutada por personal de las brigadas forestales y agentes medioambientales de la Comunidad de Madrid. Bomberos CM está aún en fase de análisis de resultados de esta experiencia que contó con la presencia de invitados de personal del área de defensa de incendios forestales del MAPAMA, expertos en PRL de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid y técnicos de las casas suministradoras de material de protección individual. Explicamos el experimento en 4minutos en el siguiente video:

 El laboratorio de incendios forestales del INIA colaborará en el II Encuentro Nacional de Bomberos Forestales para hablar de la composición del humo procedente de los incendios forestales y sus posibles efectos en la salud de los combatientes el próximo día 13 de mayo en El Espinar (Segovia)

 

En un nuevo artículo científico publicado en la revista European Journal of Forest Research demostramos las dificultades para reducir el peligro de incendios forestales en un contexto de cambio climático que generará cada vez con más frecuencia fenómenos meteorológocos extremos. Para ello se ha seleccionado un área de estudio en el macizo de Caroig (Valencia, SE de España) en el que se hizo un exhaustivo estudio de los modelos de combustible presentes incluyendo la caracterización de la cubierta arbórea mediante tecnología LiDAR. Se simularon 40 incendios en cuatro escenarios de vegetación para testar el comportamiento del fuego en cada una de las situaciones durante un episodio de meteorología extrema como la que se produjo durante el incendio de Cortes de Pallás de 2012 en la misma provincia. Según las previsiones de cambio climático este episodio se podría repetir al menos dos veces hasta el 2050. Los modelos obtenidos predicen la variabilidad del área quemada y los parámetros del comportamiento del fuego en función de los escenarios de vegetación simulada obteniendo un ajuste en torno al 50%, esto es, la vegetación explicaría el 50% de la variabilidad del comportamiento del fuego incluso en escenarios de meterología extrema. En estas condiciones el escenario de vegetación a nivel de paisaje más desfavorable es el que está comenzando en la actualidad y está previsto que siga agravándose a medio plazo: ausencia de gestión y abandono de usos agrarios con la consiguiente colonización de parcelas agrícolas por la vegetación forestal, lo que implica un aumento de la superficie forestal efectiva y por tanto incendios más grandes y peligrosos. Desde muchos sectores se está proponiendo que los aprovechamientos de madera para obtener energía podría paliar en parte este proceso. Los resultados sugieren que, aunque a escala de rodal o incluso de monte esto pueda ser posible, a escala de paisaje las simulaciones muestran resultados similares a la situación actual en ausencia de gestión. Un cuarto escenario en el cual se actuara disminuyendo la carga de combustible en grandes extensiones de matorral y donde se redujera la carga de matorral bajo arbolado en las áreas gestionadas para obtener bioenergía sería la opción que ofrecería una disminución significativa del peligro de incendios. Por tanto el desarrollo de tecnología que permitiera aprovechar, no sólo el arbolado, sino el matorral para obtener energía y la generalización de los diferentes métodos de disminución de la biomasa de matorral (quemas prescritas, pastoreo, desbroces) se plantea como la opción más viable para reducir el potencial de incendios forestales en condiciones meteorológicas extremas. En este sentido se está trabajando en diferentes proyectos Europeos y nacionales como ENERBIOSCRUB y GEPRIF.

 

 Caracterización de los modelos de combustible del macizo de Caroig (120.000 ha). Modelos de superfcie (arriba) y de copas (abajo) en los cuatro escenarios simulados en condiciones de meteorología extrema: (A) Situación acutal donde se muestran los 40 puntos seleccionados de inicio de las simulaciones de incendios efectuadas con el simulador FARSITE (USDA Forest Service) (B) Ausencia de gestión con abandono de usos agrarios (C) Extracción de biomasa de arbolado de manera sostenible (D) Estracción de biomasa de arbolado y matorral de manera sostenible. Los modelos de superficie fueron suministrados por el Consorcio de Bomberos de Valencia (agradecimientos a Raúl Quílez) y la densidad aparente del dosel de copas fue obtenida ajustando una función lineal usando al procesado LiDAR de PNOA y datos de campo suminstrados por el proyecto LIFE+ Bioenergy & Fire Prevention.

 

Diversos medios de comunicación se han hecho eco de este estudio. Se adjunta el podcast de una noticia emitida en RNE Castilla y León con entrevista incluida a Javier Madrigal, autor principal del trabajo:

Valencia